El verano es una época de diversión, sol y actividades al aire libre, sin embargo, también es un periodo en el que las infecciones bucales en los niños pueden aumentar. La combinación de calor, cambios en la rutina alimentaria y una mayor exposición a ciertos ambientes contribuye a este fenómeno. En este blog, hablamos sobre las infecciones bucales más comunes que afectan a los niños durante el verano y cómo prevenirlas.

1. Candidiasis oral (muguet)

La candidiasis oral, comúnmente conocida como muguet, es una infección fúngica causada por el hongo Candida albicans. Este hongo suele estar presente en pequeñas cantidades en la boca, pero factores como el calor y la humedad pueden permitir su crecimiento excesivo.

Durante el verano, el calor y la humedad pueden aumentar la probabilidad de que la Candida se multiplique, especialmente si los niños tienen la boca seca por deshidratación o utilizan medicamentos como los antibióticos. Los síntomas incluyen manchas blancas en la lengua y las mejillas, y en algunos casos, molestias o dolor.

Para prevenir la candidiasis oral, asegúrate de que los niños beban suficiente agua para mantenerse hidratados y evita el uso excesivo de antibióticos sin supervisión médica. Si sospechas que tu hijo tiene muguet, consulta al dentista para recibir el tratamiento adecuado.

2. Herpangina

La herpangina es una infección viral común en los niños, especialmente durante los meses cálidos. Esta enfermedad es causada por enterovirus y se caracteriza por fiebre alta, dolor de garganta y la aparición de pequeñas úlceras dolorosas en la parte posterior de la boca y la garganta.

El calor y la exposición a otros niños en lugares como campamentos de verano y piscinas pueden facilitar la propagación del virus. Para reducir el riesgo de herpangina, es importante enseñar a los niños a lavarse las manos con frecuencia y evitar compartir utensilios o alimentos con otros niños infectados.

3. Aftas bucales

Las aftas bucales, o úlceras aftosas, son pequeñas llagas dolorosas que pueden aparecer en la boca, las encías o la lengua. Aunque la causa exacta no siempre es clara, se cree que factores como el estrés, cambios en la dieta y deficiencias nutricionales pueden desencadenar su aparición.

Durante el verano, los cambios en la dieta y el aumento de la exposición al sol pueden contribuir a la aparición de aftas. Los alimentos ácidos o picantes también pueden irritar las úlceras existentes. Para prevenir aftas, asegúrate de que los niños mantengan una dieta equilibrada y eviten alimentos que puedan causar irritación.

4. Infecciones virales herpes simplex

El virus del herpes simple puede causar lesiones en los labios y alrededor de la boca, conocidas como herpes labial. Estas lesiones son altamente contagiosas y pueden propagarse fácilmente entre los niños, especialmente durante actividades sociales en verano.

El herpes labial suele presentarse como ampollas dolorosas que se rompen y forman costras. Para prevenir la propagación del virus, evita el contacto directo con las lesiones y asegúrate de que los niños no compartan objetos personales como toallas o utensilios. Además, es importante enseñarles a no tocarse la cara y lavarse las manos regularmente.

5. Gingivitis

La gingivitis es una inflamación de las encías que puede causar enrojecimiento, hinchazón y sangrado. Durante el verano, los cambios en la rutina y la dieta pueden llevar a una disminución en la higiene bucal, aumentando el riesgo de gingivitis.

El consumo frecuente de alimentos azucarados y bebidas gaseosas puede contribuir al desarrollo de esta afección. Para prevenir la gingivitis, es fundamental que los niños mantengan una rutina de cepillado adecuada, usando pasta dental con flúor y realizando el uso del hilo dental. Además, las visitas regulares al dentista son esenciales para mantener una buena salud bucal.

6. Abscesos dentales

Un absceso dental es una acumulación de pus que se forma debido a una infección en la raíz del diente o en los tejidos circundantes. Aunque no es una infección exclusivamente estacional, el verano puede aumentar el riesgo debido a cambios en la dieta y a la falta de atención adecuada a problemas dentales.

Los síntomas de un absceso dental incluyen dolor intenso, hinchazón y enrojecimiento alrededor del diente afectado. Si sospechas que tu hijo tiene un absceso, es crucial buscar atención dental inmediata para evitar complicaciones graves.

Las infecciones bucales en los niños durante el verano pueden ser prevenidas con algunas medidas simples. Mantener una buena higiene bucal, una dieta equilibrada y una adecuada hidratación son claves para reducir el riesgo de infecciones. Además, es importante estar atentos a los signos y síntomas de posibles problemas y consultar al dentista cuando sea necesario.

El verano puede ser una temporada maravillosa para los niños, llena de juegos y actividades al aire libre. Con un poco de precaución y cuidado, es posible disfrutar de esta época del año sin que las infecciones bucales interfieran con la diversión.

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